El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) han publicado una nueva edición del libro ‘Responsabilidad de los residentes de Ciencias de la Salud, tutores y especialistas’, que recoge, entre otras novedades, la labor solidaria que desempeña la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC)
“En las primeras páginas de la publicación hemos incluido en esta edición información relativa a labor que desempeña la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC). En tan solo 15 minutos los médicos residentes podrán tener una primera toma de contacto sobre este órgano de solidaridad del colectivo profesional de médicos en España, destinada a ayudar a los más necesitados dentro de este colectivo y en situaciones difíciles”, asegura el Dr. José María Rodríguez Vicente, secretario general del CGCOM y coordinador de la publicación.
Por su parte el autor principal del libro, el Dr. Francisco Moreno, pediatra del Hospital Clínico San Cecilio de Granada y tutor de residentes, entre otros, señala que es importante que los MIR conozcan de primera mano las ayudas que dispone la FPSOMC “para que sientan el espíritu solidario de ayudar a sus propios compañeros en momentos difíciles o por si ellos mismos lo pudieran necesitar en un futuro”.
Las ayudas de la FPSOMC, tal y como refleja la publicación, son de dos tipos: económico y de apoyo social. “Es importante entender que no se trata de un seguro, sino de una entidad de acción solidaria entre profesionales. Esto quiere decir que las aportaciones no tienen por qué ayudar a la persona que hace esta contribución, sino que están destinadas a auxiliar a los médicos que más lo necesiten y a sus familias, así como otros Socios Protectores no médicos, como personal de los colegios o del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y de sus fundaciones (FPSOMC, FFOMC y FCOMC)”, señala el Dr. Moreno.
«La formación de especialistas en Ciencias de la Salud en España ha sido reconocida por su alta calidad en la formación de médicos especialistas y como uno de los sistemas más prestigiosos, con mayor equidad y grado de capacitación del mundo. Las publicaciones sobre los aspectos docentes del MIR son muy numerosas y de gran calidad. Sobre responsabilidad médica en general existen cientos de aportaciones en forma de libros y artículos y una jurisprudencia razonablemente consolidada. Sin embargo, sobre la responsabilidad específica del MIR la literatura es muy escasa. La jurisprudencia es también escasa y con frecuencia contradictoria. Después de años de ejercicio profesional como pediatra, estudié Derecho completando completando mi formación con dos másteres universitarios, uno en Bioética y otro en Derecho sanitario. A priori podría parecer que son ciencias o disciplinas muy diferentes, pero se complementan bastante ya que ambas tienen el mismo objetivo: el bienestar de las personas.», asegura el Dr. Moreno.
Me produjo interés y curiosidad esta ausencia de trabajos sobre la materia y me pregunté: ¿por qué?. Probablemente la respuesta esté en la gran dificultad y complejidad que supone su abordaje. Salvo para los residentes de primer año es muy difícil por no decir imposible poder delimitar el momento exacto en que un residente puede realizar un determinado acto médico. Por otra parte el límite entre las actuaciones que puede o no realizar el MIR no siempre es nítido , especialmente en los actos médicos de elevado riesgo», explica el autor principal.
Si analizar la responsabilidad de un especialista es ya una tarea compleja, en el residentes se multiplica ya que hay que atender a tres posibles responsabilidades:
1.La del MIR, la suya individual, ya de por sí más difícil de delimitar que la del especialista por el régimen especial que los regula. Con una doble naturaleza legal o jurídica :
• Laboral. De la que se deriva un contrato, con la obligación de prestar una actividad asistencial y una responsabilidad.
• Docente. Con el derecho y el deber a recibir una formación.
Ambas facetas son indivisibles e indisolubles, lo que supone una extrema complejidad jurídica. Esta relación especial, que constituye junto a la equidad su mayor fortaleza, supone al mismo tiempo su mayor dificultad para poder estudiar su responsabilidad.
2. La responsabilidad del tutor y especialistas, según supervisen o no.
3. La responsabilidad de la Administración, según permita o no determinadas actuaciones sin supervisión.
La favorable acogida que ha tenido en la profesión con tres libros editados por la OMC, de los que tanto el segundo como el tercero se renovaron en más del 50% atendiendo las peticiones y sugerencias de las diversas partes implicadas, demuestra que la pregunta era adecuada. También se han realizado dos cursos por la Fundación para la Formación de la OMC con una excelente acogida por los profesionales.
En palabras de la Profª Torres ,directora del master en el que se inició el trabajo, es probable que su notable repercusión en la profesión se deba en parte: “Explicar con un lenguaje simple, sencillo, conceptos tremendamente complejos” . Una de las principales críticas que hacen los alumnos del curso es que el lenguaje es difícil, farragoso. Creo que es así, pero el lenguaje jurídico es el que es, yo no puedo modificarlo cuando se citan y se reproducen párrafos textuales de sentencias. Pero esas partes van entrecomilladas y/o cursiva. Su análisis, comentarios y conclusiones están redactados y pensados para los profesionales de la medicina. Por mucho que los juristas lo intenten es imposible que se puedan poner en nuestro lugar.
El principal objetivo del presente trabajo es contribuir a rellenar, en parte, el hueco existente sobre responsabilidad del residente. Y hacerlo desde la Medicina, de forma rigurosa, objetiva, no desde ninguna trinchera ni mediante posturas preconcebidas. No se trata de buscar culpables, todo lo contrario, sino de contribuir a mejorar uno de los más acreditados sistemas de formación de médicos especialistas del mundo intentando aplicar su régimen jurídico en beneficio de todos:
1. De los profesionales implicados, con la finalidad de aportarles un instrumento útil que les pueda proporcionar una mayor seguridad jurídica en su ejercicio.
2. Y lo más importante, para poder prestar también una mejor atención al paciente.
En cuanto a los novedades, el Dr. V. Matas ha actualizado el capítulo referente a las retribuciones de los residentes en el 2021. Realiza un exhaustivo y riguroso análisis con unas conclusiones francamente desalentadoras. Un residente en 2021 trabaja más horas y por una retribución menor que un residente en 2009. Existen demasiadas diferencias entre los sistemas de salud de las comunidades autónomas para unos profesionales que hacen el mismo trabajo. Es una situación injustificable e inexplicable en la que ya pasó el tiempo “de las buenas palabras e intenciones” y exige una solución urgente por parte de las autoridades responsables.
Creo que la novedad más relevante del presente trabajo es en sí misma su propia presentación. Hace apenas 6 meses que se presentó una tercera edición en la que se intentó corregir una razonable crítica que se nos había hecho a trabajos previos, como es la de la de centrarnos exclusivamente en los médicos sin tener en cuenta al resto de especialistas en Ciencias de la Salud (farmacéuticos, biólogos, físicos, químicos, psicólogos, enfermería) ,quienes se rigen y a los que es aplicable la misma normativa. Se introdujo un capítulo extenso en el que se abordan materias de interés para el conjunto de los residentes con independencia de su especialidad para intentar corregir ese déficit, aunque nuestra principal área de estudio sigue siendo la responsabilidad del MIR por razones obvias:
• Por volumen, ya que constituyen el 75% del total de residentes.
• Aunque las causas de responsabilidad son extrapolables a todos los residentes, lo habitual es que para exigirla exista un daño ocasionado por un acto médico.
• Las materias o conflictos de índole laboral o docente, son de gran interés, pero su abordaje y problemática suele ser menos complejo y controvertido.
Ante una crisis sanitaria sin precedentes en la historia moderna, con una situación especialmente dramática en nuestro país, que el órgano que representa a la profesión invierta, dedique tiempo, y recursos, que obligatoriamente son detraídos de otras áreas de interés, a editar y divulgar el presente trabajo indica la relevancia y la importancia que le concede a nuestro sistema de formación de especialistas.
Existe un viejo aforismo que dice: “El lugar que tú no ocupas es ocupado por otro”. Creo que se debe continuar y completar este camino iniciado hace ya años en un modesto trabajo de máster y que, gracias al aval de la OMC, ha sido ampliado, mejorado y distribuido pudiendo llegar a una gran parte de la profesión . Tanto los tres manuales editados y divulgados por la OMC, como los dos cursos organizados por la Fundación para la Formación han gozado de una excelente acogida e interés. Hemos intentado recoger en la medida de lo posible parte de las sugerencias e ideas de mejora que nos han llegado. Sería positivo que siguiera siendo así y que todo aquel que tenga algo que aportar, preguntar o sugerir, no dude en hacerlo en beneficio de todos. Puede tener la certeza de que será atendida su solicitud o sugerencia. Sería deseable, aprovechando este magnífico altavoz que nos ofrece la OMC a nivel nacional que se incorporaran a esta compleja pero apasionante materia de trabajo todos aquellos compañeros que tengan interés y motivación para hacerlo, e incluso la lideraran en el futuro.