El equipo de trabajo del Interlocutor Policial Territorial Sanitario de Policía Nacional, José del Castillo, enseñó medidas de autodefensa y protección personal para médicos en la II Jornada de Agresiones a Personal Sanitario del COMA, celebrada ayer jueves 10 de marzo. El inspector Álvaro Dorado fue el encargado de impartir el taller, como especialista en defensa personal y policía que ha intervenido en incidentes en centros médicos.
El inspector Dorado denunció la situación de temor que muchos sanitarios viven en su día a día y que les dificulta ejercer su profesión. Ofreció una serie de consejos adaptados al nivel de riesgo y a la proporcionalidad de cada situación amenazante, con el fin de permitir una respuesta rápida de prevención y autoprotección.
En primer lugar, aconsejó mantener la vigilancia y la precaución cuando pueda anticiparse a un paciente que en el pasado ha sido problemático. Las situaciones de miedo deben ser controladas para evitar el pánico y adelantarse a la situación. Puede recurrirse al vigilante de seguridad para que permanezca cerca de la consulta y así escuche, sea un posible testigo de una agresión e interceda si es necesario. También puede ser de ayuda un compañero que permanezca en consulta durante la atención al paciente.
Utilizando una mesa y varias sillas para recrear una consulta, el policía recomendó valorar qué se tiene en la mesa que pueda ser utilizado contra ti, qué puede usarse para agredir y qué es mejor guardar en un cajón. Junto a un compañero, escenificaron un caso de agresión en el que se produce un aumento de tensión gradual. Observando de antemano esta escalada, puede ser útil ponerse en pie, en lugar de permanecer en el asiento, y poner espacio entre ambos. Si la intimidación va a más y el agresor se acerca, lo mejor es evitarlo buscando la puerta. Si uno está acorralado, puede servirse de la silla y la mesa para obstaculizar, o levantar la silla como escudo. Todo esto mientras se grita pidiendo ayuda urgente.
Estos consejos, recordó el policía, solo deben emplearse en situaciones de necesidad y peligro, como método de autodefensa y protección personal ante una amenaza a la integridad física. Recomendó que siempre, si es posible, se recurra a la vigilancia de seguridad y a la policía. No hay que esperar a que se produzca la agresión, si por ejemplo se amenaza al médico con esperarle a la salida del trabajo, la policía puede escoltarle y protegerle sin problema.