Estimados compañeros,
Se acercan unas fechas en las que se estimula lo mejor de cada ser humano: la unidad de la familia, el recuerdo de los allegados y amigos que ya son idos, la confraternidad entre todos los hombres. El momento más propicio para la caridad y el amor compartido. Todos, independiente de nuestras creencias, sabemos que sólo el Amor salvará a la Humanidad, cuando llegue un momento en que no distingamos a mi familia, mi pueblo y mi patria de la familia, pueblo y patria de los demás.
Por ello hemos pensado los componentes del grupo que forma el SAM que es el momento de recordar especialmente a los médicos enfermos. Una situación en la que todos terminaremos por pasar. Por ello consideramos conveniente meditar en lo que nos dice nuestro Código Deontológico en su Artículo 46.1:
“Los médicos deben tratarse entre sí con lealtad, respeto y deferencia independientemente de la relación profesional o jerárquica que exista entre ellos. La confraternidad entre los médicos es un deber primordial y sobre ella solo tienen preferencia los derechos de los pacientes”.
Este deber llega a ser más manifiesto cuando la lealtad, respeto y deferencia a un compañero se unen al derecho de ser también un paciente a nuestro cuidado. Es conveniente pensar que aquel que ante ti cuenta sus dolores, ocupaba tu sitio en otro momento, como tú ocuparás el suyo más pronto o más tarde. Tratar como tú querrás ser tratado.
A mayor abundamiento, añade nuestro Código Deontológico en el Artículo 51.3:
“Es recomendable que cuando un médico acuda a solicitar atención por un problema de salud se identifique como tal, no para obtener una atención de privilegio, sino para facilitar la relación clínica con el colega que le atiende, quien a su vez garantizará la calidad asistencial, evitando distorsiones derivadas del hecho de que el paciente sea médico.”
El mutuo reconocimiento entre profesionales sanitarios indudablemente mejora la relación médico-enfermo, sobre todo en el caso de éste, que se nota acogido en la que es o fue su casa, la consulta médica. En la gran mayoría de los casos esta relación es la adecuada, pero si, en algún caso de excepción algún compañero se sintiera defraudado de la asistencia recibida, el servicio colegial del SAM está a su disposición para mediar en todos aquellos casos que fuera necesario.
Pero no nos quedemos con la excepción, sino con la regla de la deferencia y acogida en el trato entre compañeros de esta profesión, quizá la más digna y hermosa de las profesiones, la que palia el dolor de los demás. Y terminar deseando a todos ¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
Servicio de Asistencia al Médico (SAM)