Ante la pretensión de tipificar la denominada ‘VIOLENCIA OBSTÉTRICA’ (entendida como aquella ejercida por un profesional a su paciente durante el proceso reproductivo), como una modalidad de violencia de género, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Alicante (COMA) manifiesta su rechazo tanto al término de ‘violencia’ (dando a entender la existencia de actos violentos en la atención a las pacientes), como su tipificación en la categoría de delito penal que se le pretende dar.
De igual forma, quiere manifestar su total apoyo a los facultativos que puedan ser afectados por la anunciada modificación de la Ley Integral contra la Violencia sobre las Mujeres, del Gobierno Valenciano, y a sus reivindicaciones en contra de su aplicación, dadas las repercusiones que tendrá sobre la relación médico-paciente, sobre la asistencia a las mujeres y a sus recién nacidos, sobre la injusta criminalización de la profesión médica y sobre otras repercusiones legales derivadas de la asistencia.
Entendemos que este puede ser sólo el principio de un cambio de paradigma en la normativa de la atención médica que podrá afectar a cualquier ámbito o especialidad y no necesariamente sólo a la ginecología-obstetricia, por lo que realizamos un llamamiento a la unidad en contra de la imposición de normativas que lesionan en lo más profundo la confianza en la que ambos, médicos y pacientes, deben basar su relación y que poco tienen que ver con la calidad asistencial.
Reafirmamos el compromiso ya expresado con anterioridad por la Organización Médica Colegial (CGCOM) y por las Sociedades Científicas para la mejora de la práctica clínica basada en la evidencia, y el compromiso ético y deontológico en la práctica de la medicina.