A continuación reproducimos por su interés, el artículo de opinión del Dr. Juan Francisco Navarro, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva y Salud Pública y jefe de Sección de Medicina Preventiva del Hospital General Universitario de Elche, publicado en el Diario Información el 14 de noviembre de 2024:
Cinco vacunas ideales para una jubilación sana
Evitar graves enfermedades infecciosas en personas mayores está a la distancia de sólo un pinchazo vacunal
La mejora de las condiciones sanitarias, laborales y sociales en las últimas décadas ha permitido un aumento espectacular de la duración de la vida en los países desarrollados. Los mayores de 65 años, es decir las personas jubiladas, constituyen uno de los grupos de población más numerosos en España, alcanzando los 9,7 millones de personas en 2023, y calculándose que serán 14,2 millones en 2040, con la colaboración entusiasta de gran parte de turistas europeos. Sólo en España había ya, en 2022, un total de 2,86 millones de personas mayores de 80 años y 603.152 nonagenarios. La esperanza de vida al nacer era en 2023 de 85,8 años para las mujeres y de 80,3 años en hombres.
Esto representa un reto mayúsculo para el sistema sanitario, obligando a priorizar la prevención y la atención a las enfermedades crónicas en todos los programas de salud y también para las familias y los servicios sociales, que deben ofrecer asistencia residencial, acompañamiento y unas pensiones adecuadas a los que ya lo han hecho todo por nosotros. Por otra parte, surge una nueva generación de personas jubiladas que nada tienen que ver con nuestros abuelos, un enorme grupo de personas mayores, pero sanas, dinámicas, con alto poder adquisitivo y ganas de vivir plenamente la vida con salud.
Atender y curar las enfermedades crónicas es carísimo para el sistema de salud. Por eso tiene tanta importancia prevenir bien las enfermedades infecciosas, que sólo requieren de buenas coberturas de vacunación, a diferencia de la complejidad de los programas de prevención de enfermedades cardiovasculares o de las enfermedades oncológicas. Evitar estas graves enfermedades infecciosas en personas mayores está a la distancia de sólo un pinchazo vacunal. Necesitamos que las personas jubiladas se mentalicen de que, cuanto antes se vacunen, más fuerte y duradera será la inmunidad que consigan con las vacunas.
VACUNA FRENTE A LA PULMONÍA
El estreptococo neumoniae o neumococo es la principal bacteria causante de la neumonía o pulmonía bacteriana, que sigue siendo la principal causa de muerte infecciosa en países desarrollados, y responsable de la muerte de 10.000 españoles cada año. Se han descrito más de 100 serotipos de neumococo, aunque sólo unas decenas producen la mayor parte de las infecciones en forma de pulmonía, sepsis y meningitis, entre otras. Los serotipos más frecuentes son el 8, 3 y 23A.
En 2023 se registraron en la Comunidad Valenciana un total de 580 infecciones graves por neumococo, de las que 73 fallecieron. Más de la mitad de casos de pulmonía se dan en mayores de 65 años. La pulmonía es una grave infección, que hace décadas, en época de nuestros abuelos, causaba gran número de muertes, pero aún ahora requiere hospitalización en el 20-40% de los pacientes y causa un 10-14% de fallecimientos entre los pacientes ingresados. Acompaña habitualmente a las ondas epidémicas de gripe y covid, sobreinfectando en pocas horas a los enfermos debilitados por estos virus típicos de los meses fríos.
En una bacteria que coloniza frecuentemente, sin producir enfermedad, las vías respiratorias de las personas, sobre todo en meses de invierno, donde puede estar colonizada sin tener síntomas el 10-15% de la población. En los casos más graves, pasa al pulmón y a la sangre de las personas enfermas, produciendo un shock séptico. Aprovecha la debilidad inmunitaria causada en el enfermo por infecciones virales, como la gripe o el covid, para producir, en las primeras 24-48 horas, una neumonía asociada que requiere hospitalización y tiene una alta mortalidad. La vacuna frente al neumococo está introducida desde hace años en el calendario de vacunación de la Comunidad Valenciana para los niños, para los enfermos crónicos y para los mayores de 65 años.
Las primeras vacunas en salir al mercado fueron las de 7 serotipos para niños, a las que han seguido las de 13, 15 y, finalmente, la de 20 serotipos. Esta nueva vacuna conjugada de 20 serotipos ofrece protección de por vida, e incluye el serotipo 8, que escapaba al efecto protector de la anterior vacuna de 13 serotipos, disponible hasta ahora. Se pone en una sola dosis y no produce la fuerte reacción local que producía su antecesora, la primera vacuna de neumococo 23. Se puede poner a los 6 meses de haber recibido la vacuna 13-valente y a los 12 meses de ponerse la 23-valente.
Muchos países europeos llevan vacunado a sus mayores de 65 años desde hace tiempo, con una impactante reducción de las neumonías graves. En España, creemos que es una vacuna extraordinaria para los enfermos crónicos, pero también para las personas sanas mayores de 65 años, que pueden vivir todavía muchos años con una buena protección frente a la principal causa de pulmonía. Si se aprovecha para ponerla conjuntamente con las campañas de vacunación frente a gripe y covid, podría estar cubierta toda la población de personas mayores en los próximos 3-4 años.
VACUNA FRENTE AL HERPES ZÓSTER (VHZ)
Prácticamente todos los adultos y la mayoría de niños mayores de 10-15 años han pasado en España la infección natural por VHZ en forma de la varicela, producida por este virus. Aunque se curen las vesículas de la varicela, parte de estos virus quedan silentes en los ganglios de las raíces nerviosas de todo el organismo y vuelven a despertar en forma de “herpes” (derivado del griego reptar, como las serpientes) “zoster” (derivado del latín cingulum, cinturón o faja). Este cuadro se conoce popularmente como “culebrilla”, una erupción vesiculosa más limitada que la varicela, que sale normalmente por el tronco y espalda, y sigue un trayecto lineal de los nervios sensoriales espinales, aunque en un 10-15% aparece en forma del temido herpes zóster oftálmico.
En la mayoría de casos cura en 1-2 semanas, secándose las lesiones y cesando el dolor, pero hasta un 2% de casos requieren hospitalización y hasta un 10-15% de los casos derivan en la temible neuralgia post-herpética, cuadro de dolor persistente que puede requerir tratamiento intensivo de por vida en las Unidades del Dolor. Se manifiesta como un dolor punzante, profundo, de tipo neurológico, con ardor y perdida de sensibilidad, aunque algunas personas no toleran siquiera un leve roce sobre la zona afectada.
Es una enfermedad muy frecuente, sobre todo en mayores de 65 años, donde llega la incidencia en la Comunidad Valenciana a más de 7 casos por cada 1000 personas y año, pero se multiplica el riesgo en las personas con inmunosupresión y se dispara a los 210 casos por cada 1000 personas y año en pacientes trasplantados de médula ósea. En 2022 en la comunidad Valenciana, se registraron al menos 17.554 casos, de los que casi la mitad ocurrieron en mayores de 65 años y siempre con un cierto predominio en mujeres. Se estima que, sin vacunación, hasta el 30% de los mayores de 65 años padecerá en el resto de su vida algún episodio de herpes zóster. Desde finales de 2021 está disponible una magnífica vacuna recombinante de subunidades que no procede de virus vivos, y puede administrarse, por tanto, también a personas inmunodeprimidas. La pauta son 2 dosis a los 0 y 2 meses. Es una vacuna con fuerte reactividad local en la zona de inyección, aunque merece la pena ponérsela para evitar esta penosa enfermedad. Presenta una altísima eficacia preventiva a lo largo del tiempo. Actualmente está indicada en la Comunidad Valenciana para las personas que cumplan este año los 65 o los 80 años, en las que han pasado herpes zóster de repetición, en grandes inmunodeprimidos (enfermos trasplantados, en tratamiento citostático y tratamiento con fármacos anti -JAK) y en personas mayores de 50 años con otros tratamientos inmunosupresores.
Lamentablemente, aunque se está ofreciendo a todas las personas que cumplen este año los 65 o los 80 años, no tiene todavía una buena aceptación (menos del 50%), lo cual es incomprensible, y denota una clara falta de información. Tiene un alto precio y conviene aceptarla cuando se cumple el criterio de edad, porque más tarde puede no estar financiada por la sanidad pública. Creemos, por tanto, que es otra extraordinaria vacuna para proteger la salud de los mayores. Sin embargo, no podemos estar conformes con la limitada disponibilidad actual de vacunas de VHZ. Es de suponer que nuestro sistema público de salud sea capaz de ofrecer pronto la vacunación a las personas de la franja de edad intermedia entre 65 y 80 años, como hacen ya algunas autonomías, y, más urgente aún, de ofrecer también la vacunación a los mayores de 80 años.
VACUNA FRENTE A LA GRIPE
La gripe es una infección tan vieja como el ser humano, al que afecta al igual que a otros animales domésticos (cerdos) y salvajes (aves y otros mamíferos). Esto supone un grave riesgo, ya que por ser una zoonosis (enfermedad de los animales que pasa con frecuencia al hombre) es incontrolable la difusión de los virus y su posible hibridación entre virus humanos y animales. Es la principal candidata para producir en el futuro importantes pandemias, como lo fue la gripe de 1918, mal llamada “Gripe Española”.
La producen varios virus que afectan a los humanos, principalmente los tipos A (subtipos H1N1 y H3N2) y tipo B. Las vacunas en España y países del hemisferio Norte recogen los principales virus que circulan unos meses antes en países del hemisferio Sur. Cada año produce entre 5.000-15.000 muertes en España y decenas de miles de hospitalizaciones entre las personas más vulnerables. Tras el covid, es el 2º virus más aislado en enfermos con procesos respiratorios en la Comunidad Valenciana (25,6% de las muestras). Se registra sobre todo en los meses fríos (Noviembre a Febrero en la Comunidad Valenciana), donde llega a comprometer gravemente la asistencia, tanto en Atención Primaria como en los hospitales.
Hay que señalar que las vacunas de la gripe, al igual que las del covid, no evitan completamente contraer la infección si tenemos algún contacto muy cercano con enfermos, pero sí el agravamiento, con hospitalización o neumonía, de las personas vacunadas, entre las que previene entre un 60-80% de los casos graves. Tampoco protegen del contagio de otros virus catarrales (adenovirus, rinovirus, parainfluenzae) que causan cuadros más leves. La gripe produce en adultos y niños mayores un cuadro agudo de fiebre, tos, cefalea, faringitis y dolor muscular generalizado (trancazo), que incapacita varios días a las personas, y las obliga a guardar cama. Además, se complican frecuentemente, a los pocos días, con neumonías bacterianas por neumococo. Se ha comprobado además que, como el covid, afectan a otros órganos, ya que aumentan hasta 4-6 veces el riesgo de sufrir un infarto o un inctus en los siguientes meses, debido al efecto cardiovascular del virus.
Los niños son un reservorio habitual del virus de la gripe, ya que sufren frecuentes infecciones leves que pasan con facilidad a los adultos y ancianos. Por eso es tan importante conseguir la vacunación de los niños más pequeños. Un reciente estudio de la revista Eurosurveillance muestra en España una efectividad de la vacuna en niños para prevenir la gripe del 70%, y un 77% para prevenir hospitalizaciones. Es importante que los padres se mentalicen mucho más de la utilidad de la vacunación en niños, ya que el pasado año sólo pudo vacunarse en la Comunidad Valenciana al 37,9% de los niños entre 6 meses y 5 años.
La campaña frente a la gripe ha comenzado este año el 16 de Octubre y termina el 31 de Marzo de 2025. A pesar de ser las personas jubiladas el principal grupo llamado a vacunar de la gripe, el año pasado sólo acudieron a vacunarse el 62,6% de los mayores de 65 años, lo que supone una baja tasa de vacunación y deja a muchas personas sin protección frente a esta grave infección. Uno de cada 4 mayores de 80 años quedó sin vacunarse el pasado año, lo cual es inaceptable en una sociedad bien informada como la nuestra. Así mismo, la práctica totalidad de enfermos crónicos o personas inmunodeprimidas tienen una clara indicación de vacunarse de la gripe cada año.
Nunca hemos tenido más y mejores vacunas de la gripe. La Comunidad Valenciana administrará este año un total de 1 millón 260.000 vacunas de la gripe. Se dispone de 4 tipos de excelentes vacunas (3 tetravalentes y 1 trivalente) para elegir según la edad de las personas.
Los mayores de 65 años recibirán una vacuna tetravalente celular inactivada y los mayores de 70 años y que vivan en residencias, la vacuna tetravalente adyuvada o potenciada en cultivo de huevo. Muchos mayores de 65 años creen que todavía son jóvenes para ponerse la vacuna de la gripe, les parece que son vacunas “para viejos”. Esto es un craso error. Es en la edad temprana, tras la jubilación, cuando merece la pena vacunarse, produciendo así una fuerte respuesta a la vacuna y adquiriendo una memoria inmunológica que será muy necesaria cuando nos hagamos más mayores. De nuevo recomendamos esta extraordinaria vacuna a todas las personas jubiladas.
VACUNA FRENTE AL COVID
El virus covid es todavía el más frecuentemente aislado en enfermos con procesos respiratorios (58,8% en el último año en la Comunidad Valenciana). Puede considerarse un nuevo invitado a la historia de las infecciones humanas, con el que nadie contaba. Podría ser el resultado de una recombinación genética de los ya conocidos coronavirus (virus catarrales de moderada frecuencia), con el temible virus del SARS (síndrome respiratorio agudo severo) que produjo la epidemia de los años 2002-2003 en todo el mundo. Comenzó a detectarse en China, pasando de los animales a los humanos, y el resto ya lo conocen: ha sido la peor pandemia de la Humanidad en los últimos cien años, aunque también el mayor éxito de control fulminante de una enfermedad transmisible con una vacuna. Desde 2020 lleva mutando continuamente este virus, produciendo cada vez variantes algo menos graves, pero más contagiosas, siendo la que circula actualmente la variante Omicron, linaje JN1, sublinaje KP.3, que neutralizan muy eficientemente las vacunas de esta temporada.
El cuadro clínico del covid es variable y sobradamente conocido. A los 4-7 días de haber estado en contacto con algún infectado se inicia un cuadro de tipo catarral, a base de fiebre, escalofríos, cansancio extremo, dolor muscular y de garganta y tos. Algunos pacientes pierden de forma temporal el olfato o el gusto, o desarrollan síntomas digestivos como la diarrea. Aunque suele curar bien en pocos días, como pasa con la gripe, en personas mayores y enfermos crónicos puede derivar, a los 7-14 días, en un cuadro de pulmonía grave, sobreinfectada frecuentemente con bacterias como el neumococo, que es grave y requiere ingreso en el hospital o en la UCI. En una minoría de casos produce un cuadro de inflamación multisistémica (que afecta a todos los órganos) que deriva en un síndrome crónico (long covid) que causa fatiga crónica con afectación pulmonar y cardíaca, daños neurológicos, trombosis en órganos internos y afectación renal, entre otros. Decenas de miles de personas en España presentan todavía secuelas de haber pasado este covid tardío.
Aunque las vacunaciones y los nuevos antivirales la hayan convertido en una infección menos grave. Sigue siendo una amenaza muy importante para la Salud Pública. Desde 2020 ha producido 14 millones de casos confirmados en España y, sólo en 2023, fallecieron todavía entre 8.000 a 10.000 personas por covid. Es el menos estacional de los 3 virus respiratorios (en 2024 hubo una importante onda epidémica en verano), aunque su incidencia es mayor en invierno por las aglomeraciones de personas y la convivencia en espacios cerrados, donde convive con la gripe y el virus respiratorio sincitial.
Resulta curiosa la polémica que acompaña a la mala aceptación de esta vacuna entre la población. Hemos pasado de pedir las vacunas con desesperación, cuando la enfermedad era potencialmente mortal, a rechazar de plano la vacunación, en base a infinidad de sospechas “conspiranoicas”, que se retroalimentan entre los diversos “expertos” y “sabios” de las redes sociales. Esto podrá deberse a la aparición de unos pocos efectos adversos graves en una de las vacunas, ya suspendida, a que la consideramos una enfermedad leve y nos sentimos ya protegidos con las primeras vacunas que llevamos puestas y a que confiamos en el efecto protector de los que nos rodean (efecto rebaño). Ocurre, una vez más, lo que pasa con otras vacunas, que son víctimas de su propio éxito, al perder el miedo la población a la que protegen. Esto ha ocasionado que las coberturas de vacunación frente al covid fueran francamente bajas el pasado año: 49,3% en mayores de 60 años, 42% en personal sanitario y algo mayores en residentes de centros sociosanitarios (82,4%).
Se dispone este año de la vacuna más habitual y segura, basada en la tecnología de ARN, de la empresa Pfizer, capaz de inactivar de modo optimo la variante de virus covid que circula actualmente. Este tipo de vacunas ARN representan una clara apuesta de futuro para producir grandes cantidades de vacunas en pocos meses, como respuesta a pandemias, y que resulten muy económicas. En vez de inyectar en el lugar de inyección el antígeno ya fabricado (partes de virus o bacteria frente al que queremos producir anticuerpos), se inyecta una especie de programa de fabricación de proteínas (ARN) para que sean nuestras propias células las que fabrican el antígeno y obliguen a nuestro sistema inmunitario a fabricar gran cantidad de anticuerpos.
Este año, no se vacuna a toda la población, sino solamente a los mayores de 65 años, los enfermos crónicos e inmunodeprimidos, el personal sanitario y servicios públicos esenciales, y a los residentes en centros sociosanitarios. Para la campaña 2024-25 la Generalitat ha comprado un total de 552.000 vacunas de covid. Como pasa con la vacuna de la gripe, no elimina el riesgo de sufrir infecciones leves, pero es una vacuna enormemente efectiva (70-80%) para prevenir el covid grave en mayores y enfermos crónicos. Está a nuestro alcance prevenirla eficazmente, pero necesitamos que la población de mayor riesgo colabore y acuda a los centros de vacunación. Todos podemos colaborar para que nuestros familiares y amigos, que forman parte de los grupos de riesgo, acudan a vacunarse este año.
VACUNA FRENTE AL VIRUS RESPIRATORIO SINCITIAL (VRS)
El VRS es un virus ARN del tipo de los paramixovirus, como el virus del sarampión. Se aíslan en España 2 tipos de virus, el A y el B, que prácticamente tienen similar frecuencia. Es un virus ya conocido desde los años 50, pero que no ha recibido la atención necesaria hasta las últimas décadas como causa importante de infecciones respiratorias. La denominación de sincitial proviene de que, cuando el virus infecta las células respiratorias, termina creando entre éstas múltiples conexiones de células infectadas, que se juntan entre sí formando sincitios o “cajas” de grupos de células.
Es el tercer virus más frecuente aislado en enfermos respiratorios en la Comunidad Valenciana (11,2% de muestras). En los últimos años, gracias a la óptima identificación de los virus respiratorios en los laboratorios microbiológicos, hemos conocido que el VRS no solamente afecta de forma grave y frecuente a los niños pequeños, sino también al otro extremo de la vida, como son las personas mayores de 65 años. Se cree que este virus ha sido el responsable de una gran parte de los cuadros de ingreso por patología grave diagnosticados en ancianos de las últimas décadas y cuya causa era desconocida. Algunos estudios en España demuestran ahora la alta frecuencia de esta infección en mayores de 70 años hospitalizados por infecciones respiratorias (5,6% de muestras positivas) y una tasa anual de hospitalización en mayores de 80 años de hasta 1.500 casos por cada 100.000 habitantes.
Contrariamente al virus de la gripe, no produce una afectación tan fulminante y multiorgánica del paciente, sino que concentra su efecto patógeno en el aparato respiratorio. En personas mayores y enfermos crónicos comienza como un catarro (tos, fiebre, faringitis, cefalea, perdida de apetito y malestar general). Produce pronto en el paciente anciano sibilancias o “pitos” al respirar, y una dificultad respiratoria grave cuando evoluciona a bronconeumonías, que pueden ser muy graves. El 80% de los pacientes hospitalizados por VRS suelen ser personas mayores, con alta frecuencia de EPOC, asma y enfermedad crónica renal o cardíaca. Como los virus de la gripe y del covid, se transmite por secreciones respiratorias al estar próximo a personas infectadas, que son contagiosas durante 2-8 días.
Se concentran los casos en invierno en personas mayores y también en niños, por lo que prácticamente todos los niños menores de 3-4 han pasado ya la infección de forma leve. Sin embargo, en una minoría de casos deriva en bronquiolitis y hacen necesario el ingreso hospitalario. En 2023 hemos asistido a un feliz episodio en la prevención del VRS, que ha consistido en la inmunización de los niños más pequeños por primera vez frente al VRS. La inyección de Nirsevimab, un anticuerpo monoclonal (como los que producen las vacunas), en niños menores de 1 año, ha sido capaz de prevenir el 75% de las hospitalizaciones respecto a los años anteriores. La vacunación de las madres embarazadas, actualmente disponible, puede ser otra estrategia de éxito para controlar esta enfermedad.